En otoño volvamos a estar más con nosotros mismos
Ahora que los días se acortan con claridad, anunciando las noches largas del próximo invierno, de nuevo retomo la práctica de la meditación. Esta vez lo hago desde un nuevo lugar dentro de mí, sintiendo con fuerza la importancia de dedicar al menos un rato diario a estar en silencio con uno mismo. Cada jornada las numerosas actividades y los múltiples estímulos de todo tipo nos sacan de contactar con el Ser íntimo que nos mora. Retomo la senda de cultivar la compañía de mi persona, escuchando lo que el cuerpo y la mente dicen. Inspirado por una lectura de Pema Chödrön ('Los lugares que te asustan'), emprendo entusiasta esta nueva etapa, si bien no hace muchas semanas ya había estado meditando con cierta continuidad. El calorcito del verano, unido a otras experiencias, me alejó un poco de la práctica de la consciencia del ser. Estoy de acuerdo con Pema que meditando, practicamos la firmeza, el vernos con más claridad, el observar la propia agitación emocional así como