En esta entrada retomamos la llamada 'sabiduría perenne', hoy compartimos la enseñanza radical de Tony Parsons aunque casi sería más adecuado hablar de 'no enseñanza'. Su mensaje exhala simplicidad máxima: la vida, lo que ocurre en cada momento presente, no le ocurre a nadie. No hay persona alguna separada de las otras, de los otros seres vivos, de lo inanimado. Como diría David Carse: "no hay nadie en casa". Sólo hay torrente de vida siendo, ocurriendo, en un espacio que se va abriendo hasta el infinito, en la misma proporción que soltamos 'la cárcel del yo'. Comprendido esto, cesa la búsqueda. Desaparece el buscador. Sólo hay paz, en la continua quietud danzante de 'Todo lo Que Es'. Vivir consciente se iguala a dejar que la vida ocurra en todo momento sin querer cambiar nada. Salimos del Sueño ('el maya hindú) cuando aceptamos incondicionalmente todas las partes del Sueño, y en ese aceptar desaparece el yo-persona, se ani