La Nada que lo esTodo
En esta entrada retomamos la llamada 'sabiduría perenne', hoy compartimos la enseñanza radical de Tony Parsons aunque casi sería más adecuado hablar de 'no enseñanza'. Su mensaje exhala simplicidad máxima: la vida, lo que ocurre en cada momento presente, no le ocurre a nadie. No hay persona alguna separada de las otras, de los otros seres vivos, de lo inanimado. Como diría David Carse: "no hay nadie en casa".
Sólo hay torrente de vida siendo, ocurriendo, en un espacio que se va abriendo hasta el infinito, en la misma proporción que soltamos 'la cárcel del yo'. Comprendido esto, cesa la búsqueda. Desaparece el buscador. Sólo hay paz, en la continua quietud danzante de 'Todo lo Que Es'.
Vivir consciente se iguala a dejar que la vida ocurra en todo momento sin querer cambiar nada. Salimos del Sueño ('el maya hindú) cuando aceptamos incondicionalmente todas las partes del Sueño, y en ese aceptar desaparece el yo-persona, se aniquila, al tiempo que deja de existir la historia personal. Guauu! Qué miedo, y qué tremendamente genial.
Entonces, si ha podido tener sentido hasta este momento del sueño y de nuestro vagar, el haber hecho méritos por 'ser mejores', el 'crecimiento personal', la 'tarea espiritual', todo esto se aparta a un lado.. y nos rendimos a lo que es.
Escucho de fondo las olas en el mediterráneo murciano, y las olas están escribiendo aquí. Son conmigo, en medio de este momento que no 'se ven personas, no se escuchan palabras', sólo el sutil teclear en el portátil, o un motor arrancar ahora mismo.
O como la sensación ayer en una orilla de mar, donde experimenté que la arena era líquida y la ola llegando a la arena era sólida, y al sentir 'los papeles cambiados' sentía gozo y el cuerpo se dejaba acunar divertido ante esta expresión de vida que no encajaba en los conceptos acostumbrados.
Como dice Tony: "Todo lo que hay es la vida ocurriendo. Todo lo que hay es vivacidad. La vivacidad es seidad. No hay nada aparte de eso. Nadie puede enseñarte a estar vivo. ¿Quién tendría la arrogancia de enseñarte a ser cuando sólo hay ser? ¿Quién tendría la arrogancia de decir que tienes cambiar? Sólo hay nada y todo. Esto está más allá de la posibilidad de entender, más allá del corazón y de la mente humanos."
Paró un segundo el motor de ese tal vez cortacésped, y escuché de nuevo al Océano rugir en su plenitud. Sentí por vez primera que la vida es como el Océano, eterna en su continuo batir de olas en las infinitas playas, y que este batir nos sosiega, nos acuna en su quietud casi balsámica.
Porque cuando permitimos que se apague el ruidoso 'cortacésped de turno' o la experiencia que tenemos delante llenándolo todo, el silente y sonoro océano continúa ahí, en su eterno aquietarse con sus olas siempre danzando. Y no hay nada más. O como cuenta Tony:
"Y podemos hablar unos con otros y usar palabras, pero las palabras sólo apuntan -siguen apuntando- hacia algo que está más allá. Las palabras pueden destruir la ilusión mental de la separación porque la mente es la contadora de historias. Lo que puede venirse abajo aquí es la idea de la existencia de un individuo separado. Y, por supuesto, lo que también cae por tierra es la idea de que haya algo que hacer, de que alguien haya hecho algo alguna vez."
"La liberación es un cambio energético. es un cambio de la contracción de ser alguien, una persona separada de un mundo que está ahí fuera, para volver a la sensación muy común y natural de que sólo existe la totalidad. De modo que esta contracción se expande hacia afuera hasta abarcarlo todo, y esta cosa que pensaste que eres se convierte en todo."
Ayer, recogiendo piedras bonitas en las playas del norte de Almería, volvimos a comprobar la magia del agua cuando baña las piedritas y 'les saca' bellísimos colores que luego parecen irse al secarse. Nos estará diciendo la vida que abandonemos nuestra sequedad solitaria, y que nos arrojemos en brazos de las olas de la vida, para 'en mojándonos con todo y del todo' seamos bellos y vida reluciente de color. ¿Vete tú a saber?
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