Los 9 Aromas: Aroma del Sureste (4/9)
"Agarro el escarpelo
me abro en canal entero, debo
sacarme esta piel de cordero
y empezar de cero.
Pero, todos son peros
veo que nos conformamos
y el pájaro enjaulado
cree que volar es de enfermos..."
Oriol Santafe Ropero
REVITALIZANTE HIERBABUENA Y SU FUERZA EXPANSIVA (PARTE 4 D E 9)
Una vez que nos hemos echado al camino, las distintas experiencias se enlazan entre sí de la mano del viento. Caminar nos energetiza, nos despeja; y cada encuentro con personas en la travesía aumenta nuestra curiosidad y las ganas que tenemos de 'conocer más mundo'. Al mejorar nuestra comunicación con los otros, disfrutamos con cada 'ir y venir' de las gentes que aparecen en nuestra vida.
En muchas culturas el parar entre comidas a charlar de asuntos intrascendentes, mientras se comparte una infusión caliente, una bota de vino o una fuente en un recodo del camino, propicia que nos abramos a los demás y echemos las semillas de la futura confianza, aún lejana. En toda relación se empieza primero con la apertura y el acercarse, aflojando barreras. Es más, resulta enriquecedor servirse de algunas convenciones (tomar juntos un café o un té verde con hierbabuena) para sentir al 'extraño' más próximo.
Con un poco de suerte, al encuentro informal y fresco, siga después el 'Acuerdo' -como diría mi amigo Raúl de Hervás-, cual semilla de inciertos pero posibles compromisos futuros. Necesitamos cuidar de nuestra salud vital y transmitir un optimismo por las cosas de la vida, que nos haga atrayentes a los demás. Cultivemos la buena química, y entremos en el campo de gentes, en especial de las que no parecen afines a nosotros, y, sin embargo, tienen tanto de lo que podemos aprender, hoy o mañana.
Así aconteció hace tres años cuando hicimos 'el Camino de Santiago', para nosotros una experiencia de amable socialización en medio de jornadas de esforzado, al tiempo que vigorizante caminar. Fuimos tejiendo gran parte del norte del país, en medio de encuentros con desconocidos, a los que, no obstante, sentíamos cercanos en el corazón simplemente por compartir la travesía universal. Y cada parada en el albergue de turno, nos convertía en convivencia familiar por una tarde y su noche. Al día siguiente volvíamos, renovados, expectantes, a 'rodar' por el Camino que nos depararía nuevas sorpresas, otros lugares y otras gentes.
En circunstancias de vida normal, se puede recurrir a otras fórmulas. Experiencias como ir de tiendas (con o sin compra) o una conversación interesante con un desconocido, son algo que nos expande y vigoriza, tanto como una buena caminata por el monte. Nos sacudimos la caraja de repasar mentalmente nuestros problemas o una cena pesada algo indigesta del día de ayer.
Nos damos cuenta como a la par que recorremos el peregrinar, nos vamos dotando de recursos, los conocidos, y los talentos nuevos que surgen. Vamos creciendo en capacidades con cada pequeño desafío superado, y nos fortalecemos con todas las experiencias, kilómetro a kilómetro. Según nuestro estado anímico, el otro puede recibirse como una bendición, una molestia o un infierno, "el infierno de los demás". Y, sin embargo, en el mundo viven los demás. Y nosotros para ellos somos el otro.
Retomando lo que comenta Robbi Zeck, del aceite esencial de hierbabuena dice: "La hierbabuena, con su fragancia fresca y estimulante, revigoriza, refuerza y afianza tu compromiso con el proceso evolutivo y catalizador. La energía alimenta tu cuerpo y son las intenciones las que gobiernan la energía. La palabra intención procede de la raíz latina 'intendre', que significa estirarse para alcanzar algo. Existe un poder que emana cuando se tiene una intención. Los logros se obtienen con más facilidad cuando energías e intenciones se encaminan en la misma dirección".
Derechos del texto: Robbi Zeck 'Aromaterapia para la curación' Ed. Paidotribo
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