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Mostrando entradas de 2017

TOSCANA EN SEPTIEMBRE (1): Las Imágenes de una bella tierra afortunada hablan solas

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   Este es el relato en imágenes del viaje que hicimos a Toscana a primeros de Septiembre. Gracias a nuestro coche, nos enlazamos por autovías y carreteras hasta bellos lugares. Los casi 5.500 km dieron para mucho. Una muestra en este y los dos siguientes post. Gracias por acogernos: Gerona, Narbona, Lucca, Florencia, San Miniato, Volterra, San Gimignano, Siena, Panzano in Chianti, Radda Ch., Castellina Ch., Arezzo, Anghiari, Cortona, Pitigliano, Sorano, Sovano, Montepulciano, Montalcino, San Lorenzo a Merse, San Galgano, Manaloa in5Terre, Uzés y Santa Coloma de Farnés.  ¡Molto bella Toscana!  Dentro de las murallas de Lucca al anochecer  Panorama de Florencia desde la Piazza Michelangelo   Vista de Florencia desde el Ponte Vecchio   Las poderosas torres medievales en San Gimignano   Momento mágico entrando al atardecer a la Piazza del Campo en Siena   El majestuoso Palacio del Comunale en Siena   Vista de la comarca de Il Chianti desde Pan

Viaje a Carcassonne y la Provenza en Mayo

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Una vez más por mi cumpleaños nos regalamos un anhelado viaje, que nos gustó sobremanera. Mucha naturaleza en El Aude cerca de Pirineos y mucho arte, de talento y vistosidad, allá donde íbamos.  No llegamos hasta Grasse -la capital de el perfume- ese viaje queda para otra ocasión, más veraniega, donde disfrutar también de las lavandas en flor, y de carreteras con más tráfico de turisteo. En Carcasonne disfrutamos de un tranquilo y soleado día  de cumpleaños       Atrás quedan hermosos días de bellos pueblos, gente acogedora (una vez más los tópicos se quedan en eso!) y muchos regalos para los sentidos. Días de movimiento que cansa el cuerpo por el trajín del coche, y aviva el alma sedienta de otros aromas, sonidos y vistas. El viaje  a su justo ritmo te toca bien adentro, en el corazón, cuando uno en verdad camina abierto a la vida.También gratas fueron las estancias en las dos casas rurales: Gracias Rita y Maurice cerca de Les Baux de Provence, y gracias Pierre

El renacer primaveral y el miedo a la muerte.

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Hablamos a menudo de conectarnos con el cambio, con los ciclos estacionales. Escuchar esos ritmos externos ahí adentro, en nosotros. La escucha profunda, en especial tras el invierno quieto, hace emerger el ancestral miedo a la muerte. Llega la primavera y, para poder renacer en algo nuevo, hemos de reconocer esa muerte, y evitar así que ese miedo primigenio se grabe en nosotros en forma de dolores, conflictos o bloqueos.       Resiento este hijo, este blog, que ha estado dormitando estos dos meses, mientras su facilitador al mundo  integraba la quietud invernal con un renacer asociativo que le ha tenido ocupado, más que física, emocional y mentalmente. Encontrar el ánimo adecuado para sentarme a escribir, y contaros algo que sienta, y que en verdad hable de la vida que ocurre alrededor.   Hoy, tras comer, recién salido del 'taller biomecánico' donde una buena amiga hace los ajustes con osteopatía y 'otras magias', me daba cuenta del run, run de ese antiguo mie