Viaje a Carcassonne y la Provenza en Mayo
Una vez más por mi cumpleaños nos regalamos un anhelado viaje, que nos gustó sobremanera. Mucha naturaleza en El Aude cerca de Pirineos y mucho arte, de talento y vistosidad, allá donde íbamos. No llegamos hasta Grasse -la capital de el perfume- ese viaje queda para otra ocasión, más veraniega, donde disfrutar también de las lavandas en flor, y de carreteras con más tráfico de turisteo.
En Carcasonne disfrutamos de un tranquilo y soleado día de cumpleaños
Atrás quedan hermosos días de bellos pueblos, gente acogedora (una vez más los tópicos se quedan en eso!) y muchos regalos para los sentidos. Días de movimiento que cansa el cuerpo por el trajín del coche, y aviva el alma sedienta de otros aromas, sonidos y vistas. El viaje a su justo ritmo te toca bien adentro, en el corazón, cuando uno en verdad camina abierto a la vida.También gratas fueron las estancias en las dos casas rurales: Gracias Rita y Maurice cerca de Les Baux de Provence, y gracias Pierre y su mujer junto al pueblo de Greoux aux Bains.
Flores rosas delicads y diferentes, que aún ignoramos su nombre, nos acompañaron todo el viaje
Centro histórico de Avignon, nuestra entrada a la Provenza
La ermita de Notre Dame de Lure lugar mágico con sus hayas al norte de Forçalquier; donde se nos apareció la virgen y encontramos las sillas para nuestro comedor
El viernes ruta por los pueblos montañeses del interior: Gordes, Rousillon, Sault, Forçalquier, o Moustier St Marie, del que son estas dos bellas imágenes
la abadía de Senanque lugar de retiro en plena naturaleza
Dos bellas imágenes del paso por Arlés, de regreso el domingo a Carcassonne
En el pueblo de Lagrasse, con bella abadía y lugar lleno de encanto, artesanía y sabor a medioevo
Cenando el domingo de nuevo con la ciudadela de Carcassonne al fondo.
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