Jugar cuando apetezca, sacar el niño pa fuera, disfrutar entre hermanos
El pasado sábado nos reunimos la familia 'Metakuyasein', llegamos al bonito número de 11, número de compartir donde la individualidad de los unos suma dos, la pareja y el compañerismo. La propuesta era bien sencilla, quedamos a montar juntos los puestos, que cada uno antes había diseñado según lo que le apeteciera ofrecer. Después, dedicamos una hora y media muy entretenida a interaccionar entre los puestos, 'comprando y vendiendo'. Lo que se ofrecía en cada puesto, todo valía una moneda. Y a cada puesto se le dotó con una asignación de 20 monedas, cuya función era de soporte para poder jugar.
De nuevo, triunfó el puesto de avituallamiento de Esperanza, que repetía con la limonada y las palomitas que tan buena acogida tuvieron en la primera edición, celebrada en casa hace un mes. Los niños participantes nos deleitaron con sus tatuajes y mandalas de hilo. Esta edición tuvo como novedad los puestos con experiencia en vez de producto. Yolanda agradó con su minisesión de sensaciones, en donde íbamos a echar una mano cuando tocaba el momento de los sonidos. Todos salimos renovados de este ratito de placer sensorial y de mimo a uno mismo. Y Angeles estuvo estelar, en su papel de la bruja Lola, que echaba las cartas, con mucho arte. Tanto se esmeró, que varios de nosotros nos quedamos en puertas de ver que nos deparaba el futuro.
El arte plástico de Antonio sorprendió esta vez con sus guijarros pintados y con barniz, representando gnomos y animales. También trajo sus bellos dibujos en papel que ya tuvieron tan buena acogida en la 1ª edición. En mi puesto, 'Las mil caras de Buda', las personas tuvieron su momento de remanso eligiendo una foto inspiradora, y alguien se llevó un antifaz para alguna fiesta.
Por último, quizá el puesto más original lo presentaron Embarek y Sonia, donde acompañaban el te saharawi con una lectura tradicional en las dos lenguas de una poesía que uno elegía al azar de un libro. Fue muy entrañable, como muestra os dejo aquí el texto de la que a mí me tocó: "En lo alto de la montaña/ extendí una alfombra./ Dos palomas pasaron/ encima de mí volaron./ Les pregunté: ¿qué tal la vida?/ Dijeron: apacible y rica."
Contamos, como no, con la visita sorpresa, de Manuel, que se sumó a la movida, y esta vez se libró de montar su puesto. Después de dar 'caña al mono' tirando de megáfono donde cada cual se anunciaba o se dinamizaba el juego, terminamos éste quemando los globos 'emoticons' dibujados para la ocasión. Este fue un momento que los niños disfrutaron en especial, si bien se lo pasaron pipa todo el rato.
Y después, aunque ya no todos, porque había algún compromiso familiar que conciliar, compartimos una cena de traje, ya anochecidos, disfrutando del buen lugar, y en mejor compañía. Ni que decir, que hay ganas para una 3ª edición del Mercadillo lúdico Metakuyasein, y sólo nos queda decidir fecha y sitio.
Es posible que ya demos el salto a hacerlo público, para que más personas participen, tanto llevando puestos como 'comprando'. Será una buena oportunidad para dotar de fondos económicos a la asociación, y que la gente sienta que se puede adquirir objetos preciosos a través de una experiencia plena de juego, risa y compartir. ¡Seguro que más de un@ se lleva una agradable sorpresa!
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