Retirado del Mundo, Pleno en la Vida.

  La semana pasada disfruté de unos días de descanso profundo en un retiro de paz, en el valle del Jerte, cerca de Cabezuela del Valle. El retiro, de cuatro días, fue facilitado por Jorge Lomar. Ha sido mi segunda experiencia, tras el retiro en Asturias el pasado julio. En esencia, la experiencia significa que retiramos las interacciones personales y los 'murmullos' externos que velan el contacto íntimo, sentido, con nuestro Ser, siempre pleno, siempre gozoso, en el momento presente. O dicho en palabras de Jorge, "Dejas de fabricar, y Recibes".

   Es permitirse estar con uno en verdad, sintiendo la vida en todo lo que nos rodea, y comenzando a soltar la identificación con el pequeño yo, que es falsa, para abrazar el Ser real en su totalidad. Es al tiempo una experiencia de unidad compartida con los demás, con la naturaleza, con todo.. Y te ríes, claro que te ríes también mucho! Y a veces la vida te hace algún guiño para que aún sonrías más.



Una mañana al ir a cepillarme los dientes, el gel juega también y.. ¡Toma corazón!

   Lo que quiero compartir con vosotros en este post, tras unas semanas de ausencia en este recogimiento hacia el invierno, son los versos que fluyeron como expresión genuina del Ser durante estos días del Retiro.
   Son sencillos, a menudo perfilados en algún instante de un paseo donde mi corazón cantó, entre torrentes de agua, cantos de pájaros y el suave, silencioso y continuo caer de las hojas de los robles, abiertos de par en par al momento que toca.


1.

Lloro y me arropo.
Lloro, y cada lágrima
me lleva hasta el Mar
del Sentir.

Siempre he estado Aquí.
Con el río que pasa
y la dulce vida que
me dice 'SÍ' 
a cada paso,
en cada respiración.

Lloro y recibo ese agua
de vida,
 de presencia.

En cada lágrima que brota
me recibo, me acojo
hacia la morada
del Corazón. Siento.


2.

Escucho
caer las hojas
de los robles,
como caen hoy
los pensamientos míos
desnudando al árbol 
de mi Alma.

Son caricias suaves
jalonando el camino junto
al río,
en esta soleada sobremesa,
retirado.
¿A qué lugar?

El río montañés
con ímpetu bravo
empuja a su paso.

Y yo le pregunto
al Ser:
¿Cómo caminará
mi vida Ahora?

El viento canta:
"Escucha".
Silencio me llega.
Y luego,
"Nada que reparar,
nada que preparar,
nada que planear".

Y me paro,
 me giro
frente al radiante Sol
de la tarde.
Me siento. Y siento.
No se que pasará.
Siento. Soy.





3.

Dejo que vengas.
Nunca te fuiste.
Sólo jugué 
a olvidarme de ti.

Dulce juego de escondite
imposible de lograr.

En todas partes,
en todo lugar.
Anidando fuera
del Tiempo,
me sorprendes
..estás aquí.
Todo soy!

El quieto desayuno
del silencio
es la senda siempre abierta
que me une a ti,
eso que somos,
Corazón.

Montañas, valles
y otros accidentes de
mi geografía personal,
sólo son ventanas
donde juego al tiempo
cuando me sueño
separado de tu dulce Voz,
de la única Canción.

Escucho silencio
en medio de "mi murmu-yo",
contemplo la inevitable
danza de Lo Que Es.

Dejo de ser yo,
y me encuentro.


4.

Atravesado por el no Hacer,
el canto del pájaro
en la tarde
despierta mi alma.

El silencio
nos deja frente a frente:
el Ser y yo.

La luz en el aire
juega a preguntar
quién de los dos somos.

La práctica del descanso
lúcido
pareciera meter
una vida nueva
dentro de la vida:
El sueño de Paz
dentro del sueño habitual,
viaje a ninguna parte
tantas veces viajado.

Descanso.
Y vuelvo a elegir.
te veré al Despertar.
Ya no sabré de donde vengo.
Ni si un día me fui.

No importa.
En el sueño de Paz
descanso,
y juego a soltar.
Escucho
y miro al río que pasa,
Siempre pasa..

No hay herida.
No hay nada que reparar,
nada que preparar.
No Se. Sueño..




5.

Me Retiro.
50 caras amables muestra el ser.
Juego al escondite
entre limoneros y robles,
a veces me aviso
cantando cual pajarito,
o cabalgando a lomos
del Viento.

El Río allá abajo
me halla,
si abro la valla
y ya no moro acá arriba.

Calienta el Sol
por la ventana
donde los mosquitos
a ratos vuelven,
a emprender su danza
que sólo existe
si alguien les contempla.
..Y les nombra.

Llevo tiempo, tanto tiempo,
asustándome sin saberlo,
que al parar el hacer
y al cesar
el entretenerme,
me doy de bruces
con esa máscara de miedo.

Ella, que soy yo,
me aleja del Sentir
y me insta a salir corriendo,
de nuevo al
"viaje a ninguna parte".

Hoy hago el propósito amable
de abrir la puerta del Corazón,
y dejarla ya abierta.
Cuando venga el miedo,
nos miraremos,
y con amabilidad,
lo dejaré en manos de la Paz.
Que es donde en verdad,
quiero yo, aquí morar.


6.

Me agarra el tiempo,
le he hecho tan costumbre.

La Voz amada
susurra en el Silencio:
"Quédate! No vuelvas".

Ríe el Viento.
Contemplo danzar la mente,
todo es Paz.
Me siento amado.

A lo lejos una motosierra
quisiera sonar más que el río.
Éste, agua lleva.

Suenan puertas abrirse,
mientras baila el cristal
de 'esta mesa'.

Estás Aquí,
nunca te fuiste.
Te abrazo,
me abro a ti.

Pase lo que pase,
la Vida Es.
Siento.
                                                    





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