El vientre de la Tierra, el canto a la tortuga
Animados estos días por el buen tiempo soleado, y por el temazcal del 3 y el nacimiento de la asociación metakuyase el pasado 6 (ver dos últimos post), hoy hemos vuelto con la actividad del jardín. En el bancal donde hasta hace poco vivía un gran lilo, hemos comenzado a vaciar la tierra para quitar raíces y tocones, en su lugar, alumbrará pronto una tortuga-escultura con hermosas flores. Será un canto más a la belleza y al agradecimiento de estar vivos y poder estar aquí para llamar a los seres de la naturaleza.
Al tiempo, es éste el primer trabajo en el jardín del nuevo año; con él nos vamos acercando a Imbolc, cuando el regreso de la luz se hace evidente. ¡de nuevo, la primavera está anunciándose, en los primeros brotes, y en las tardes ligeramente más largas. Este final de invierno, de momento suave y cálido, nos encuentra continuando la transformación del espacio delante de la casa.
Antes de Samhain, despejamos el espacio, suprimiendo arbustos. Hacía falta abrir el espacio a la luz, y al tiempo colaborar con la naturaleza para estar más dispuestos a establecer nuevas conexiones con otros lugares y personas. El trabajo de creatividad para crear nuestra tortuga, es tanto un disfrutar de la madurez del estar aquí tras casi diez años, como un llamar a ser guiados a crecer más allá de lo logrado, de lo conocido..
También, de manera sintónica, este trabajo en casa, nos prepara para el compartir en casa de Yolanda y Antonio, donde les ayudaremos pronto a transformar su jardín, en la zona donde la hermosa vivienda se une con la sala a punto de nacer. Haremos una espiral de aromáticas en bancal elevado, ya os contaremos el evento.
Mañana de nuevo volvemos a encontrarnos en San Martín bajo el cobijo de las alas que surgen al amparo de un nuevo círculo de sonido, este en Adauro. Nunca se sabe cuando llegan nuevas personas o aparecen instrumentos distintos. La experiencia poco a poco se convierte en abuela guardiana del lugar para ayudar a alumbrar otras buenas experiencias entre nuestras gentes.
Para mí termina la pausa de estas merecidas vacaciones navideñas, y ahora mientras disfruto el final de la entretenida novela con la que transité por el nuevo año, me dispongo a volver a las rutinas y los viajes de autobus. El reto es el mismo, disfrutar amando lo que hago mientras llego a dar el salto para hacer lo que amo.. ¿y sin embargo dónde se halla esa visión, ese sentimiento cierto para caminar erguido en pos de esa misión?
De momento, día a día, el cuerpo manda mensajes, no siempre descifrados a tiempo, y mi garganta sigue protestando como recordándome que 'Nunca es tarde para hacer las paces con tu mundo.. y con el alma liviana ver lo lindo en los demás.. no hay tiempo, no hay relatividad. el alma es sabia, el alma sabia no tiene edad' canta de fondo Gisela Solís en reproductor de música, como haciendo un guiño y queriendo escribir algo en este post. Hoy lo dejamos aquí.
Tortuga como altar en nuestro último temazcal cerca de Lozoyuela,
Comentarios
Publicar un comentario