Duendes y un toque de magia en la vida

"Sevilla tiene un color especial, Sevilla sigue teniendo su duende,
 me sigue oliendo a azahar, me gusta estar con su gente" 

  Las maravillosas sincronías de la vida nos llevan de nuevo a Andalucía, esta vez a la cuna del duende que tanto tiempo parecía resistírsenos. ¡Ah Sevilla! Y además, ahora cuando florecen los naranjos y el azahar embriaga las calles.
  Lo gracioso del tema, es que recién estamos organizando el viaje a Escocia -cuna de duendes y hadas como el resto del mundo céltico-. Por ello, para ambientarnos un poco, ayer de vuelta por la capital, nos hicimos con un par de libros clásicos sobre el tema. Uno es el "Hadas y duendes y otros seres mágicos celtas" del argentino Roberto Rosaspini, y el clásico "Hadas" de las editorial Montena, escrito ya en el año 1978.



  Formando parte de esa minoría, como en tantos otros temas, soy un adulto que siempre he creído en la magia, aunque lo correcto más bien sería decir que he sentido bien cerca el mundo mágico. Han pasado casi diez años de llegar a este bendito cacho de tierra que, primero me acogió a mí, y luego nos dejó a Esperanza y a mí crear juntos un hogar de amor, paz y belleza. La naturaleza aquí se siente cerca, y el pacto con el lugar fue desarrollar el jardín impulsando la vida lo más posible, tratando de que al intervenir en él molestáramos lo mínimo. 

  En esas seguimos, y más de un amigo 'amenazó con avisar al "Frente de liberación de duendes" para llevarse algún muñeco/escultura de nuestro jardín. Aunque ya no vive con nosotros el árbol de colores, aún quedan signos evidentes por los rincones que nos animan a llamar al mundo féerico.



  De hecho, en estos momentos estamos liados con la construcción de un porche en el jardín, cerca del estanque y queremos elevar una parte del suelo por encima de la tierra, tratando de no taparla toda, y que pueda respirar y mantener vida. Esperanza ha pensado en darle un acabado exterior a la construcción tipo 'casita de duende', ya veremos como nos las ingeniamos. Ya os pasaremos algún relato de ese asunto del porche.




calle con macetas floridas por Triana

  La visita a Toledo el mes pasado, y el feliz descubrimiento de los elfos y duendes de Pep Catalá en una tienda en medio de la judería toledana, nos deleitó. Fue de nuevo un regreso al mundo mágico, que ahora retomaremos de alguna manera al pasear por Triana, y cuando más tarde marchemos por las verdes tierras escocesas.


                        la piscina de las hadas en la isla de Skye



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