'Descendere, omnia tenebrosam. Hibernus venit'

Entrados ya en el corazón del otoño, nos acercamos a Samhain. Las noches más largas invitan a aquietar la mente, a e ensoñar y a las faenas por dentro. Si pudiéramos contemplar cada hoja cayendo del árbol con la presencia que honra ese momento único, irrepetible, nos abriríamos a un espacio en nosotros distinto al habitual. También él pasa por el descenso hacia el mundo oscuro, al vientre de la tierra.


     Echar la hoja, hibernar en la cueva, pueden ser poderosas metáforas con las que revivir el devenir cíclico, siempre cambiante, de nuestro viaje por la vida.

 Aprender, con el menor esfuerzo, soltar tensión, mente para llegar a tomar el pulso vivo a este devenir, es una de las puertas a la eternidad, siempre presente. Tratarnos cariñosamente por las muchas veces que no nos permitimos estar así, anidar ahí en el regazo primigenio, cuando -inconscientemente- claudicamos ante nuestra febril mente, nuestra parte racional ebria de proyectos e ideas de mejora, de la perfección anhelada, pero irreal.

 Como cuesta apartarse del ruido, para ir desnudos al encuentro del alma, que nos espera desde tiempo inmemorial, entregada en su morada del no tiempo..
   
 El otoño avanza, sin prisa, sin pausa, va al encuentro del silencio invernal. En medio, zozobrantes, navegamos aferrados a la barca de nuestros sueños rotos. Nos cuesta reconocer como cada desengaño, cada experiencia dolorosa en nuestro caminar, va obrando mágicamente en nosotros cual martillo diestramente atizado por el herrero cósmico. Modela implacable nuestra psique, nos incita a explorar recovecos olvidados, aún más negados, de nuestra verdadera patria.

 Si aceptamos el desafío de un nuevo invierno, con su frío baño, silencioso y solitario, podremos renacer como el resto de la naturaleza y sus infinitos seres. Aligeraremos nuestras cargas, relativizaremos éxitos gratificantes y engorrosos fracasos. Nos abriremos un poquito más al cambio, lo único real, el motor vivo de la danza de Ella.

 Ya sabes, en otoño: 'descendere, omnia tenebrosam, hibernus venit.' No temas, escucha y canta.


Derechos de la foto :http://noticias.eltiempo.tv/wp-content/uploads/2010/09/fig-3-estampa-otonal.jpg



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